Rapa nui se encuentra a 3700 kilómetros de las costas chilenas, y a casi 2000 km. de la isla Pitcairn, hacia el suroeste. Su desarrollo cultural en tales condiciones de aislamiento es un caso único en la historia de la humanidad. Sus primeros pobladores arribaron en el 300 d.C. provenientes de una isla de la polinesia oriental llamada Marae Renga, desconocida en la actualidad, ubicada probablemente en el archipiélago de Las Marquesas.

En el museo Fonck se muestra, a través de objetos arqueológicos y etnográficos, el desarrollo cultural de sus habitantes, hasta la actualidad.
Durante la fase de asentamiento (300 - 1000 d.C.) llegan los primeros inmigrantes trayendo consigo especies vegetales tropicales como el ñame, el taro, el camote, el plátano y la caña de azúcar y algunos animales domésticos, una especie de rata y otra de gallina que van a complementar la escasa flora y fauna autóctona de la Isla.
Las primeras evidencias arqueológicas de ocupación humana se encontraron en un sitio habitacional cerca del volcán Poike, donde fueron halladas herramientas de piedra y anzuelos de piedra y hueso.

La fase siguiente Huri Moai (1500 - 1722 d.C.) constituye un período de crisis provocada por el crecimiento de la población que comenzó a explotar hasta erosionar y extinguir los escasos recursos naturales de la Isla, esto llevó a luchas intertribales.

A los profundos cambios económicos, políticos e ideológicos que sufren los isleños se unió la llegada de los primeros navegantes europeos el día de Pascua de Resurrección en 1722, fecha en que se da término a la Prehistoria de la Isla y se inicia su dramática y apasionante Historia.

Historia de Rapa Nui
Durante el siglo XVIII, reciben la visita de tres expediciones, en 1770 desde España, Felipe González y Aedo, toma posesión de la Isla en nombre del Rey Carlos III, permanecen sólo seis días y estiman la población de la Isla en unas 3.000 personas; en 1774 el inglés James Cook acompañado de varios científicos, describen la isla como un territorio pobre y estéril, con escaso número de habitantes, en contraste con la grandiosidad de sus estatuas. Su visita coincidió con un período de hostilidades y carencia de alimentos, donde gran parte de la población se escondía en cavernas. En 1786 arriba la expedición del francés La Pérouse, quienes plantan árboles frutales y dejan animales, los cuáles son consumidos rápidamente por la población.

El siglo XIX está marcado por la fatalidad para Rapanui, en 1805 una goleta norteamericana rapta a una docena de hombres y mujeres para utilizarlos en la caza de focas en las islas Juan Fernández. Luego en 1862 se lleva a cabo una expedición de captura de esclavos para la explotación del guano en El Perú, llevándose a unos 2000 pascuenses, en medio de sangrientos enfrentamientos. Los pocos sobrevivientes que volvieron a la isla introdujeron mortales enfermedades como la viruela y la tuberculosis lo que mermó aún más el número de habitantes.

Estos incidentes desastrosos significaron la pérdida de muchas tradiciones y conocimientos ancestrales, ya que muchos sabios y representantes de la aristocracia Rapanui desaparecieron junto a toda su herencia cultural, entre las cuales se encontraba la escritura Rongo-rongo.

En 1864, llega a la Isla el misionero Eugenio Eyraud para evangelizar a su población, permaneció un año y luego volvió dos años más tarde acompañado de otro misionero, bautizando a todos los pascuenses. Su influencia fue positiva para Rapanui y la población comenzaba a recuperarse, sin embargo, este proceso fue nuevamente interrumpido por la llegada de un aventurero francés llamado Dutroux-Bornier que dominó a los isleños con engaños y expulsó a los misioneros de la isla junto a numerosos refugiados. Este último impacto redujo a 111 los habitantes de la Isla en 1877, además se introdujo la comercialización del arte tradicional pascuense y el saqueo de objetos arqueológicos de la isla.

Por esta época visita la isla Policarpo Toro, quién finalmente consigue la anexión de Isla de Pascua a Chile en 1888. Posteriormente el gobierno chileno arrienda la isla al comerciante francés Enrique Merlet quién fundó la Compañía Explotadora de Isla de Pascua en 1903, después conocida como Williamson & Balfour, la isla pasó a ser una estancia ganadera y los isleños eran obligados a trabajar como peones y a permanecer en la pequeña villa de Hanga Roa. Se introduce la lepra desde Tahiti.

Finalmente la Compañía entrega sus terrenos al fisco en 1953 y a partir de esa fecha hasta 1965 Rapanui es administrada por la Armada, mejorando considerablemente su situación. Se iniciaron los viajes de abastecimiento anuales a la Isla, con los cuales empezaron a llegar turistas y estudiosos que ayudaron a difundir la realidad de la Isla de Pascua que siguió su desarrollo cultural hasta nuestros días y avanza con fuerza hacia el futuro.