Abarca desde la frontera de Chile con Perú y Bolivia hasta el valle de Copiapó, incluyendo costa, valles, desierto y altiplano. Su rasgo característico es poseer el desierto más árido del mundo, lo que hace increíble la adaptación y desarrollo cultural alcanzado. Sus primeros habitantes o paleoindios, hace 11.000 años, convivían con grandes herbívoros, que debido a cambios climáticos, se extinguieron y el hombre debió buscar otras fuentes de subsistencia.
 
En la prehistoria chilena, existen dos grandes focos de desarrollos culturales para el Norte Grande: el área de Arica y el área de San Pedro de Atacama, reconocidos mundialmente como zonas de grandes riquezas arqueológicas y participantes de los procesos culturales acaecidos en la esfera de interacción de los Andes, conformando el área Centro Sur Andina. 

Durante el período arcaico (8000 - 1000 a.C.) grupos nómades viven de la caza, pesca y recolección de alimentos. En el 4000 a. C. la explotación del mar aumenta y varios grupos se asientan en la costa. Se inicia la domesticación de camélidos y cultivo de plantas. Surge la Tradición Chinchorro en Arica.

En el período formativo (1000 a.C.- 300 d.C.).Se establecen aldeas, se confeccionan las primeras vasijas de cerámica y se cultivan plantas. Además se perfecciona la textilería, se inicia la extracción de metales; y se registra el consumo de alucinógenos. Comienza a gestarse la cultura San Pedro.

Durante período medio (300 - 1100 d.C.) la influencia de la Cultura Tiwanaku surgida en el Lago Titicaca de Bolivia, se expande hacia Arica, donde se instalaron colonias de agricultores; en San Pedro de Atacama se establecen relaciones de intercambio de bienes de prestigio, tales como joyas de oro, finos tejidos y piedras semipreciosas, entre los dignatarios de ambas culturas. Al colapsar el Estado Tiwanaku se acaban sus relaciones con Chile.

En el período intermedio tardío (1100 - 1470 d.C.) los señoríos altiplánicos se van a las tierras altas; florece la cultura Arica conocida por su cerámica y tejidos de calidad. En San Pedro de Atacama aumenta la población, se edifican pucarás o fortalezas y se mantiene su economía agro-pastoril.

En el período tardío (1470 - 1535 d.C.) el área se incorpora al Imperio Inca. En Arica, aumentan los cultivos y la extracción de recursos marinos. En Atacama, a través de los pucarás, controlan los poblados y explotan las minas de cobre. Se instalan centros administrativos conectados con el Qapaqñam o Camino del Inca. Al decaer el Imperio Inca ante la conquista española, en 1536, el norte grande se ve enfrentado a la dominación hispana.