Publicado el 18 de noviembre de 2025.
Simultánea de Ajedrez con el Campeón Nacional en el Museo Fonck: Un encuentro que unió generaciones y capacidades
El Museo Fonck de Viña del Mar fue escenario de un momento histórico: la primera actividad oficial de ajedrez inclusivo del Club de Ajedrez Gloria Márquez Peña – Caballeros y Damas del Tablero, iniciativa impulsada por el abogado Christian Lucero, quien lidera tanto el taller de ajedrez de la Fundación CEMIPRE para personas ciegas y con baja visión, como el taller para adultos mayores que se realiza en dependencias del museo desde 2023.
En esta ocasión el Maestro Internacional, Matías Pérez, actual Campeón Nacional de Chile, se enfrentó a 24 tableros en una simultánea pensada para abrir las puertas del ajedrez a toda la comunidad, sin distinciones. El resultado fue una verdadera celebración del deporte ciencia y de su capacidad para unir a personas de todas las edades y realidades.
La jornada tuvo momentos especialmente emotivos. Destacó la participación de alumnos ciegos y con baja visión, quienes pudieron competir gracias a tableros adaptados, demostrando que el ajedrez puede ser plenamente accesible cuando existe voluntad y creatividad. También participaron jugadores del taller de adultos mayores y un hermoso grupo familiar compuesto por un abuelo, su nieta y una tía con discapacidad, quienes compartieron mesa, entusiasmo y un cariño que llenó de significado la actividad. Su presencia recordó que el ajedrez puede ser un puente entre generaciones y una herramienta para derribar barreras sociales y personales.
A ellos se sumaron 20 niños, niñas y jóvenes de distintos clubes de la región, creando un ambiente vibrante, diverso y profundamente humano. El museo se transformó en un espacio donde cada jugada era una oportunidad de aprendizaje, y cada tablero, un pequeño mundo compartido.
Por su parte, el MI Matías Pérez destacó que el ajedrez es una escuela de valores: enseña respeto, fomenta la concentración, fortalece la autoconfianza y nos ayuda a aprender de los errores. Su llamado fue claro: cualquier persona puede jugar ajedrez, y quienes lo intentan descubren habilidades, amistades y experiencias que los acompañan toda la vida.
Este encuentro marcó un paso significativo en la construcción de un espacio donde todas y todos puedan sentirse parte del ajedrez, reconocidos y plenamente integrados. Una jornada para recordar, y el comienzo de muchas más.


